Expresión escrita PSEC 2006-2007

Herramienta interactiva de la cátedra de Expresión escrita del Programa Superior de Escritura Creativa del Instituto ICREA en los turnos matutino y sabatino, a cargo del escritor Jesús Nieves Montero.

sábado, octubre 20, 2007

Un artículo: Santidad o desesperación, de Ricardo Bello

Thomas Merton, el gran poeta norteamericano, cuenta en su autobiografía La montaña de los siete círculos, el horror que sintió cuando abrió un libro del filósofo Etienne Gilson y encontró en la primera página y en letras grandes, una clara advertencia: Nihil Obstat - Imprimitur.

El volumen, a pesar del interés que despertaba en el joven neoyorkino, parecía cargar con el estigma, la intolerancia, el misterio asociado al medioevo, a la inquisición o las cruzadas.

El espíritu de la filosofía medieval, así se llamaba el texto, contaba con el visto bueno del Vaticano, era un libro o panfleto libre de error doctrinal. Resistió la tentación de tirar el volumen por la ventana del Metro y olvidarse para siempre de tanto oscurantismo, por una sola razón: le extrañó su reacción, su violento rechazo al anuncio en latín. Terminó leyéndolo, en rebeldía consigo mismo, y su vida tomó un giro sorpresivo: poco después ingresó como novicio en el Monasterio de Gethsemaní en Kentucky, del cual no saldría sino para morir, muchas décadas después.

Hoy cayó en mis manos un volumen similar, un libro destinado a ser un clásico del camino espiritual, a la par, estamos casi tentados a decir, de las memorias del propio Merton y, forzando un poco la barra, de Las confesiones de san Agustín.

Su autor es el padre Brian Kolodiejchuk, postulante de la causa de canonización de la Madre Teresa y el volumen recoge la correspondencia y fragmentos del diario de la santa de Calcuta. La sorpresa está en que, en vez de encontrarnos con una antología de cartas piadosas, nos topamos con el testimonio de una angustia existencial tan aterradora, tan severa y aguda, que termina uno casi con ganas de ir a Farmatodo a comprar ansiolíticos. El libro recoge tres momentos distintos de su vida interior: su permanencia en una comunidad de monjas luego de hacer votos y tomar sus hábitos en 1937; su experiencia mística, que culminó con su decisión de crear una orden religiosa para atender moribundos y desahuciados en las calles de la India; y en tercer lugar, el aspecto central y sorpresivo del libro, la dolorosa oscuridad que la envolvió en secreto hasta el final de sus días.

"Sólo siento –le escribía a su confesor– el terrible dolor de la pérdida, de un Dios que no me quiere, de un Dios que no es Dios, de un Dios que no existe. Si no hay Dios no puede haber alma. Si no hay alma, entonces Jesús, tú no eres verdadero. Cielos, qué vacío –ni un solo pensamiento del Cielo entra mi mente– porque no hay esperanza". Ella pidió imitar a Cristo y recibió la experiencia del abandono en la cruz, la soledad aterradora, el brillo de la nada, la noche oscura y casi infinita. Su respuesta, contra toda razón y esperanza, fue entregarse a cuidar a los demás, obsequiar su fuerza y capacidad de organización a los que nunca habían tenido nada y que pudieron, gracias a ella, conocer la bondad en el momento de la muerte.

Christopher Hitchens, escritor y periodista norteamericano, autor del manifesto ateísta Dios no es grande, atacó el volumen, pidiendo compasión con una anciana confundida.

La verdad, sin embargo, es que el libro ofrece el testimonio de una mujer incapaz de caer derrotada por su incapacidad racional para comprender su vida, pero que perseguía, sin tregua ni descanso, la sonrisa de los que morían en las calles, enseñándoles la posibilidad de vivir y morir en paz, reconciliados. Si llego a ser una santa, escribió, seré una de oscuridad. Escogió un escenario apropiado: Calcuta conoció hambrunas a raíz de la II Guerra Mundial y después los horrores de la guerra de independencia. No entendía el dolor, pero le tendía la mano, lo conquistaba.

Etiquetas: ,

0 Comentarios...

Publicar un comentario

<< Home